Como consumidores, recibimos mucha información sobre los alimentos que comemos. Todos los días, nos bombardean con información precisa y en mismo tiempo engañosa sobre los beneficios o riesgos (¡o a veces ambos!) de ciertos alimentos. Los mensajes contradictorios e inexactos sobre la ciencia de la nutrición y la seguridad alimentaria pueden reducir la confianza del público en el suministro de alimentos. Comunicación efectiva es crucial para aumentar la confianza y empoderar a las personas para que tomen decisiones informadas sobre dietas y estilos de vida saludables.
Una evaluación de riesgo evalúa si un alimento es seguro para comer. Los peligros y los riesgos se evalúan por parte de expertos, pero las evaluaciones complejas a veces son mal entendidas.