Aunque es esencial para la vida, estamos consumiendo demasiada sal. La sal se encuentra en casi todos los alimentos que comemos. La mayor parte de la sal se puede encontrar en alimentos envasados y procesados que comemos cada día como pan, carnes procesadas, queso, salsas y pastas para untar. La ingesta excesiva de sal puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y derrames cerebrales y puede contribuir a la hipertensión arterial. La ingesta de sal puede reducirse a nivel individual, teniendo en cuenta tu ingesta de alimentos o a nivel gubernamental, estableciendo políticas y estrategias para la industria alimentaria.
Aquí discutimos como demasiada sal puede aumentar la presión arterial, la relación entre la sal y la alta presión arterial en toda Europa y qué podemos hacer para reducir nuestra ingesta de sal.