¿El procesamiento de los aceites de semillas supone un riesgo para la salud?
Última actualización : 14 August 2025
Los aceites de semillas se extraen de las semillas de diversas plantas. Seguramente los reconocerás: colza (o canola), maíz, semilla de algodón, pepita de uva, soja, girasol, cártamo y salvado de arroz. Son asequibles, tienen un punto de humeo alto (lo que significa que son estables a altas temperaturas y aptos para freír) y muchos son ricos en vitaminas E y K.
Entonces, ¿por qué en redes sociales tanta gente aboga por eliminar los aceites de semillas argumentando que están muy procesados y que esto genera compuestos potencialmente dañinos para la salud? Vamos a desmontar este mito.
¿Cómo se producen los aceites de semillas?
Uno de los errores más comunes es creer que los aceites de semillas se procesan en exceso con métodos como el blanqueo y la desodorización, lo que daría lugar a compuestos perjudiciales. Si bien estos aceites pasan por un proceso de refinado para mejorar su vida útil, sabor y estabilidad, las técnicas de procesamiento modernas están diseñadas para garantizar tanto la seguridad como la calidad.
El proceso generalmente implica el uso de calor y disolventes como el hexano para maximizar la extracción del aceite de las semillas y eliminar componentes no deseados. Algunos críticos afirman que estos métodos introducen sustancias químicas nocivas, como el hexano, y convierten los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) presentes en los aceites de semillas en grasas trans perjudiciales, pero la realidad es distinta.
¿El procesamiento de los aceites de semillas es perjudicial para la salud?
Hoy en día, las mejoras en los procesos de fabricación han reducido significativamente la presencia de grasas trans en los aceites refinados, y lastrazas residuales de hexano que pueden quedar en el aceite tras su procesamiento no suponen un riesgo para la salud.1,2 Organismos como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) supervisan regularmente los niveles de grasas trans y contaminantes en los aceites de semillas como para garantizar que cumplen con los estándares de seguridad antes de llegar al consumidor.
El calentamiento durante el refinado del aceite es breve y controlado, generando muy pocas grasas trans, muchas menos que las que se encuentran de manera natural en productos como la mantequilla o la leche.3
El verdadero problema surge cuando los aceites de semillas se calientan repetidamente a altas temperaturas, como en la fritura,lo cuál puede dar lugar a la formación de grasas trans y otros compuestos potencialmente cancerígenos.4,5 Sin embargo, esto es más preocupante en entornos industriales, como restaurantes que no cambian el aceite con frecuencia, más que en la cocina doméstica.
En general, cuando se usan de forma adecuada, los aceites de semillas no suponen un riesgo significativo para la salud, incluso con los procesos de refinado a los que son sometidos.
Para quienes prefieren evitar el refinado, existen alternativas, aunque suelen ser más caras, como los aceites prensados en frío o prensados mecánicamente, que se producen sin calor ni productos químicos.
Conclusiones
- Los aceites de semillas se procesan para mejorar su sabor y vida útil, pero las técnicas modernas están diseñadas para garantizar su seguridad y minimizar la presencia de compuestos perjudiciales, como las grasas trans o los residuos químicos.
- Los aceites de semillas refinados contienen niveles muy bajos de grasas trans, menos que los presentes de manera natural en la mantequilla o la leche. La normativa garantiza que cumplan con estrictos estándares de seguridad.
- Las pequeñas cantidades de hexano u otros disolventes que pueden quedar en los aceites refinados son consideradas seguras por organismos de seguridad alimentaria como la EFSA.
- Cuando se utilizan adecuadamente y no se sobrecalientan repetidamente, los aceites de semillas son seguros para la cocina en casa y forman parte de una dieta equilibrada.
- La mayoría de las guías dietéticas y organismos internacionales y europeos de salud, incluyendo la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Europea de Cardiología, recomiendan que menos del 10 % de la energía total diaria provenga de grasas saturadas (presentes en la mantequilla, el aceite de palma y el aceite de coco) para reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Se recomienda reemplazarlas por grasas insaturadas, especialmente las poliinsaturadas presentes en el aceite de soja, colza (canola), maíz, cártamo y girasol.6,7
Este artículo forma parte de una serie sobre mitos de los aceites de semillas:
¿Los aceites de semillas causan inflamación?
¿Los aceites de semillas provocan enfermedades crónicas?
¿Los aceites de semillas favorecen el estrés oxidativo?
Referencias
- European Food Safety Authority (EFSA), Comandella D, Bignami M, Fürst P, Grob K, Mengelers M, et al. (2024). Technical Report on the need for re-evaluation of the safety of hexane used as an extraction solvent in the production of foodstuffs and food in
- European Parliament. (2016). Trans fats - overview of recent developments. Accessed 22 January 2025.
- European Food Safety Authority (EFSA). (2004). Opinion of the Scientific Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies [NDA] related to the presence of trans fatty acids in foods and the effect on human health of the consumption of trans fatty aci
- Bhat S, Maganja D, Huang L, Wu JH, Marklund M. (2022). Influence of heating during cooking on trans fatty acid content of edible oils: A systematic review and meta-analysis. Nutrients 14(7):1489.
- Ganesan K, Sukalingam K, Xu B. (2019). Impact of consumption of repeatedly heated cooking oils on the incidence of various cancers: A critical review. Critical Reviews in Food Science and Nutrition 59(3):488-505.
- World Health Organisation (WHO)., 2018. Draft Guidelines: Saturated fatty acid and trans-fatty acid intake for adults and children.
- Piepoli, Massimo F., et al. "2016 European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice: The Sixth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practi