Preguntas y respuestas sobre la obesidad infantil
Última actualización : 10 May 20171. ¿Qué es la obesidad infantil?
La obesidad infantil es una condición de sobrepeso extremo en niños y adolescentes. El sobrepeso, que consiste principalmente en grasa corporal, puede provocar problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2, en ocasiones ya en edades tempranas. Los niños también pueden desarrollar problemas psicológicos, como depresión y ansiedad, lo que reduce aún más su calidad de vida. La obesidad conlleva consecuencias económicas importantes, como costos de atención sanitaria elevados tanto para los particulares como para la sociedad. Es importante entender las causas de la ganancia de peso y aprender a prevenirla y tratarla.
2. ¿Cuántos niños presentan sobrepeso u obesidad?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que la población europea con obesidad se ha triplicado con creces desde la década de los 80, y que aproximadamente 1 de cada 3 niños de entre 6 y 9 años de edad presentan sobrepeso u obesidad1.
Hay diferencias importantes entre los países, y el número más alto de niños con sobrepeso corresponde al sur de Europa. Las estadísticas también muestran que se ha ralentizado el aumento de las tasas de obesidad infantil en los países desarrollados, pero no en los países de ingresos bajos y medianos, donde hay cada vez más niños con "obesidad extrema" (véanse las categorías de peso de la pregunta 5).1 Se debe vigilar la prevalencia y las tendencias de la obesidad infantil para determinar si los programas de prevención e intervención son efectivos.
3. ¿Cómo se desarrolla la obesidad en los niños?
La obesidad es el resultado de una combinación de varios factores que contribuyen a un desequilibrio energético durante un período de tiempo prolongado. La lista (no exhaustiva) que sigue incluye factores que pueden aumentar o disminuir el riesgo.
Más riesgo | Menos riesgo | |
Factores alimentarios: |
Ingesta de comidas grandes. Consumo de bebidas azucaradas. |
Consumo alto de frutas y hortalizas. |
Factores conductuales: |
Picoteo frecuente (especialmente de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal). No dormir suficientes horas. Tiempo de pantalla (televisión, ordenador, tableta, etc.). Saltarse el desayuno. |
Actividad física. Tiempo sentado limitado. |
Entorno físico: |
Entorno "obesógeno" que estimula las conductas alimentarias no saludables. Escasa actividad física. |
Opciones de comida sana en el comedor escolar. Acceso a agua potable gratuita. Infraestructuras propicias (carriles para bicicletas, zonas peatonales seguras, escaleras, etc.). Instalaciones propicias (clubes deportivos, instalaciones de recreo, servicios de transporte público, etc.). |
Entorno social: |
Patrones alimentarios y de actividad de padres y amigos no saludables.. Estrés familiar. Falta de aceptación de los compañeros y nivel socioeconómico bajo. |
Programas de educación sanitaria y actividad física en el colegio. |
Factores psicológicos: |
Impulsividad, depresión, autoestima y ansiedad. Al contrario, tener sobrepeso u obesidad puede provocar problemas psicológicos y sociales. |
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Nutrición durante el embarazo y durante los primeros años: |
Peso insuficiente o excesivo de la madre durante el embarazado. |
Lactancia materna. Por la salud tanto de la madre como del niño, la OMS recomienda lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad, seguida por la introducción progresiva de alimentos complementarios. |
Genética: |
Varios genes. El tener uno o varios de estos genes no quiere decir que vaya a pasar necesariamente; lo mismo se aplica a los factores mencionados anteriormente. La combinación de varios factores es lo que definirá si una persona padecerá obesidad. |
4. ¿Qué consecuencias para la salud tiene la obesidad infantil?
La obesidad infantil está fuertemente vinculada con problemas de salud, tanto durante la niñez como en etapas posteriores de la vida. Es probable que el sobrepeso se vaya arrastrando hasta la adultez, y esta condición aumenta el riesgo de sufrir diferentes problemas de salud física, como diabetes de tipo 2, enfermedad cardiovascular, trastornos musculoesqueléticos (dolor articular y muscular), movilidad y equilibrio reducidos, apnea obstructiva del sueño, asma e inicio temprano de la pubertad.
La estigmatización, la discriminación y el acoso son consecuencias psicosociales de la obesidad infantil. Pueden dar lugar a autoestima baja, aislamiento social, bajo rendimiento escolar y desánimo general, como depresión, sentimiento de culpa hacia sí mismo, vergüenza e indefensión.
Las consecuencias financieras de la obesidad infantil y las enfermedades conexas son importantes. Se ha calculado que, en la Unión Europea, aproximadamente el 7 % del presupuesto nacional anual para salud se dedica a enfermedades vinculadas con la obesidad2. Es probable que el número de personas con obesidad aumente, por lo que también se incrementarán los costos de prevención y tratamiento.
5. ¿Cómo se mide la obesidad en los niños?
Dado que los niños crecen y se desarrollan a ritmos diferentes según la edad, el método para determinar si existe obesidad es distinto en un niño que en un adulto, y es más complejo. Para evaluar la categoría de peso de un niño o una niña, se compara su índice de masa corporal (IMC) con el gráfico "IMC por edad" (Figura 1). Los gráficos reflejan los patrones de crecimiento naturales de los niños y pueden variar ligeramente de un país a otro.
Figura 1: Gráfico del IMC de la OMS para los niños y las niñas de 5 a 19 años de edad. Los números de las líneas en color indican las categorías de peso: por debajo de -3 es "delgadez grave" entre -3 y -2 es "delgadez", entre -1 y 1 es "normopeso", entre 1 y 2 es "sobrepeso" y por encima de 2 es "obesidad"3.
6. ¿Cómo puede prevenirse la obesidad en los niños?
Los progenitores, los cuidadores, los profesores, las autoridades públicas, las empresas y la comunidad en general contribuyen de manera esencial a que los niños desarrollen hábitos saludables, bien actuando como modelo, bien proporcionando un entorno favorable. Se recomienda aplicar cambios pequeños, realistas y realizables para alcanzar el éxito a largo plazo.
Recomendaciones y sugerencias (no exhaustivas) | |
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progenitores/cuidadores | escuelas |
Prestar atención al tamaño de las raciones; utilizar platos más pequeños. Evitar utilizar la comida para fomentar o recompensar el buen comportamiento o para satisfacer las necesidades emocionales de los niños; utilizar pegatinas, juegos o ejercicios como recompensa (¡sea creativo!). Animar a los niños a probar alimentos nuevos para que aprendan a aceptar y valorar una gama amplia de sabores. El rechazo a los alimentos nuevos o a los alimentos con sabor amargo es normal, especialmente entre los niños más pequeños, pero mejorará su aceptación si se les ofrece de manera repetida. Velar por que el niño duerma el tiempo suficiente, se recomiendan entre 9 y 14 horas, dependiendo de la edad4. Fomentar la actividad física. Según la OMS, los niños deberían estar físicamente activos durante 60 minutos al día como mínimo5. Crear un entorno social favorable para el niño, como tomar las comidas en familia, no comer frente al televisor y realizar actividades (físicas) regulares. |
Fomentar la alimentación saludable: proporcionar almuerzos equilibrados y refrigerios nutritivos. Incluir opciones saludables en las máquinas expendedoras (por ejemplo, nueces, fruta seca y tortitas de arroz). Facilitar el acceso al agua potable gratuita. Impartir educación física diaria y obligatoria. Crear patios disponibles y accesibles, animar a los niños a mantenerse activos durante los descansos y la hora del almuerzo. Atribuir importancia a la educación sanitaria dentro del aula. Incluir actividades interactivas, como clases de cocina, para formar a los niños en materia de nutrición y opciones de alimentación saludables. |
Para obtener información más detallada sobre la obesidad infantil, lea la Revisión de la obesidad infantil de EUFIC.