Un método utilizado desde el primer rastro de la civilización, la cocina siempre ha jugado un papel fundamental en nuestra vida cotidiana. La utilizamos para mejorar la seguridad, digestibilidad y comestibilidad de los productos alimenticios. La comida y la cocina son diferentes en todo el mundo; es el producto de los recursos naturales locales, pero también de las culturas y creencias. Hoy en día, la cocina se centra en perfeccionar las técnicas y en ofrecer intercambios entre personas y culturas. Incluso ha evolucionado a una forma de entretenimiento y creatividad. La cocina es de moda dondequiera que mires; ya sean programas de televisión, revistas o famosos chefs. Ya sea friendo, cocinando, hirviendo, cocinando a fuego lento, asando, cocinando al vapor, asando a la parrilla o ahumando, siempre se puede descubrir una nueva forma de disfrutar de nuestra comida.
Esta infografía destaca las fuentes comunes de acrilamida y maneras de reducir su formación en alimentos.
Hace miles de años que nos servimos del calor para cocinar los alimentos. Sin embargo, además de conseguir el sabor, el aroma y el color deseados, el proceso de calentamiento de los alimentos puede conllevar la formación de sustancias menos recomendables. Una de estas sustancias que ha despertado un gran interés entre los científicos y los medios de comunicación en los últimos años es la acrilamida.