Bisfenol A: que es, sus efectos sobre la salud y ¿debemos evitarlo?
Última actualización : 02 August 2024
Imagínate esto: acabas de terminar una deliciosa comida y, en tu lucha contra el desperdicio de alimentos, piensas en guardar las sobras en un recipiente de plástico. Hoy en día, la mayoría de plásticos están etiquetados como "libres de BPA"; pero ¿qué significa exactamente esto y por qué es importante? Este artículo explica qué es el BPA, cómo entramos en contacto con él, qué riesgos conlleva para la salud y si debemos evitarlo.
¿Qué es el bisfenol A y dónde se encuentra?
El bisfenol A, a menudo abreviado como "BPA", es un químico orgánico sintético utilizado para hacer plásticos transparentes, fuertes y livianos conocidos como policarbonatos. Estos plásticos son muy comunes: se utilizan en botellas de agua, platos, tazas y recipientes reutilizables para almacenar alimentos. El BPA también se utiliza para crear resinas epoxi que se utilizan para revestir el interior de las latas de alimentos y bebidas. Aparte de los envases y contenedores de alimentos, el BPA se utiliza para la fabricación de productos electrónicos, materiales de construcción y dispositivos médicos, entre otras cosas.
¿Cómo entramos en contacto con el bisfenol A?
Entramos en contacto con el bisfenol A a través de diversas vías. En primer lugar, el BPA puede migrar desde recipientes y materiales en contacto directo con alimentos y bebidas, como es el caso de las botellas de plástico y el revestimiento de latas de alimentos. Esto puede ocurrir de dos maneras: cuando se fabrican productos de policarbonato, es posible que parte del BPA no se use por completo o no se adhiera al plástico. Este BPA sobrante puede desprenderse lentamente del plástico y entren en los alimentos o líquidos que están en contacto con el recipiente. Otra forma de exposición es a través de la degradación del plástico debido a la exposición al calor. Cuando el plástico se expone a altas temperaturas, moléculas de agua pueden romper los enlaces químicos en el plástico de policarbonato. Esta descomposición libera BPA, que originalmente es parte de la estructura de policarbonato. A altas temperaturas, las cadenas de polímero en el policarbonato también pueden separarse, facilitando que las moléculas de BPA se desprendan del plástico y entren en los alimentos o líquidos.1Reutilizar los recipientes de plástico en exceso también puede aumentar la transferencia de BPA a los alimentos.2 La migración de BPA es motivo de preocupación especialmente cuando los alimentos son ricos en grasa y cuando el envase toca directamente los alimentos durante mucho tiempo o está expuesto a temperaturas altas.2
En segundo lugar, el BPA se considera un contaminante ambiental omnipresente, que se encuentra en el aire, el suelo y el agua debido a su uso generalizado.1El BPA puede permanecer durante cierto tiempo en el medioambiente, pero los microorganismos presentes en las masas de agua, así como la luz solar, ayudan a descomponerlo con el tiempo.2 La exposición ocupacional al BPA ocurre principalmente entre los trabajadores involucrados en su producción.
¿El bisfenol A es dañino? ¿Por qué?
El BPA se considera una sustancia peligrosa en la Unión Europea porque puede dañar la fertilidad y causar daños oculares, reacciones alérgicas en la piel e irritación de las vías respiratorias.3 También se sabe que altera las hormonas, lo que puede afectar la función reproductiva, las capacidades cognitivas y el metabolismo.3 En 2023, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) actualizó sus pautas de seguridad para el BPA después de encontrar evidencia de que afecta el sistema inmunitario.4 Los estudios en ratones mostraron que incluso a dosis muy bajas, el BPA puede afectar células importantes para las respuestas inmunitarias, lo que puede conducir a afecciones como enfermedades autoinmunes e inflamación pulmonar.3
¿El bisfenol A causa cáncer?
El BPA se ha asociado con riesgos potenciales de cáncer, particularmente los de mama y próstata.4 Los investigadores piensan que los mecanismos relacionados con el estrés oxidativo podrían ser la razón por la que el BPA causa daño en el ADN, lo que podría conducir a mutaciones o cáncer en las células. Sin embargo, si bien estos resultados se mostraron consistentemente en pruebas de laboratorio (in vitro), los estudios realizados en organismos vivos (in vivo) mostraron evidencia mixta y limitada de que estos efectos ocurran también en la vida real. Por lo tanto, los efectos y mecanismos precisos del BPA en el desarrollo del cáncer en humanos aún no se comprenden completamente y necesitan investigación adicional. La EFSA ha concluido que es poco probable que el BPA dañe o altere directamente el material genético (ADN) dentro de las células.4
Mayor preocupación causaron los hallazgos de la EFSA sobre el riesgo del BPA en el sistema inmunitario, que también podría influir indirectamente en el riesgo de padecer cáncer. Después de su publicación, se estableció una nueva ingesta diaria tolerable (IDT) más estricta. Una IDT es una estimación de la cantidad de una sustancia en los alimentos o el agua potable que no se agrega deliberadamente y que se puede consumir durante toda la vida sin presentar un riesgo apreciable para la salud. Esta nueva IDT estricta también tiene como objetivo mitigar los riesgos potenciales de cáncer asociados con la exposición al BPA.4
Conclusión
es importante recordar que diferentes variables pueden influir en el riesgo general para la salud de un individuo. El cáncer es una enfermedad compleja con muchos factores diferentes en juego, incluidos la genética, el estilo de vida y los factores ambientales, y se desarrolla a lo largo de muchos años. Es poco probable que el BPA provoque cáncer de forma independiente.
¿Debemos evitar el bisfenol A?
Sí, se debe evitar la exposición al bisfenol A debido a los efectos negativos para la salud con los que está asociado. Sin embargo, debido a la presencia generalizada del producto químico, la precaución individual por sí sola no puede garantizar la seguridad pública. Dado que la migración a través de materiales en contacto con alimentos es la vía más común para la exposición al BPA, se han creado regulaciones para minimizar su presencia en estos materiales.
Actualmente, el BPA está permitido para su uso en materiales plásticos que entran en contacto con alimentos en la UE, pero con restricciones. Estas incluyen un límite de migración específico de 0,05 mg/kg.5 Este límite describe la cantidad máxima de BPA que puede migrar del envase al alimento o la bebida, lo que resulta en la exposición humana a través de la ingesta. También existe una prohibición del uso de BPA en materiales que están en contacto con alimentos específicamente para bebés y niños pequeños.5 Estas regulaciones han estado vigentes desde septiembre de 2018, a excepción de la prohibición del BPA en biberones de policarbonato, que ha estado vigente desde 2011.
En 2023, la EFSA estableció una nueva ingesta diaria tolerable (IDT) de BPA de 0,2 ng/kg de peso corporal, expresando su preocupación por los riesgos para la salud derivados de la exposición de los alimentos al BPA.5 Una IDT es una estimación de la cantidad de una sustancia en los alimentos o el agua potable que no se añade deliberadamente y que se puede consumir durante toda la vida sin presentar un riesgo apreciable para la salud. Sin embargo, en 2015, la exposición dietética estimada al BPA fue de dos a tres veces más alta que esta nueva TDI.4
Teniendo en cuenta la nueva TDI, que es mucho más baja, la Comisión propone prohibir el uso intencional de BPA en materiales que esten en contacto con alimentos.5 El borrador de ley abarca una "prohibición del uso de BPA como monómero u otra sustancia de partida en la fabricación de materiales que están en contacto con alimentos y la comercialización de materiales que están en contacto con alimentos fabricados con BPA". Si es aprobado por los Estados miembros, se transmitirá al Parlamento Europeo y al Consejo el 10 de julio de 2024 para su aprobación final.6
Resumen
El bisfenol A (BPA) es una sustancia ampliamente utilizada que se encuentra en plásticos de policarbonato y resinas epoxi, comúnmente utilizada en materiales para envasado de alimentos, así como en productos electrónicos, materiales de construcción y dispositivos médicos. La exposición al BPA se produce a través del consumo de alimentos que se han envasado en materiales que contienen BPA y a través de la contaminación ambiental. El BPA se considera peligroso debido a su potencial para afectar el sistema inmunitario, dañar la fertilidad, alterar las hormonas y posiblemente aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer. En 2023, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció una nueva ingesta diaria tolerable (IDT) de BPA más baja. Esto provocó propuestas para restringir aún más el uso de BPA en materiales que entran en contacto con alimentos. La intención es garantizar que los consumidores esten expuestos a cantidades por debajo de esta nueva IDT y que las preocupaciones sobre los riesgos para la salud derivados de la exposición alimentaria al BPA sean limitadas.
Referencias
- Almeida, S., Raposo, A., Almeida‐González, M., & Carrascosa, C. (2018). Bisphenol A: Food exposure and impact on human health. Comprehensive reviews in food science and food safety, 17(6), 1503-1517.
- European Environment Agency (2023). Human exposure to Bisphenol A in Europe.
- Song, H., Zhang, T., Yang, P., Li, M., Yang, Y., Wang, Y., ... & Zhang, K. (2015). Low doses of bisphenol A stimulate the proliferation of breast cancer cells via ERK1/2/ERRγ signals. Toxicology in vitro, 30(1), 521-528.
- Bromer, J. G., Zhou, Y., Taylor, M. B., Doherty, L., & Taylor, H. S. (2010). Bisphenol-A exposure in utero leads to epigenetic alterations in the developmental programming of uterine estrogen response. The FASEB Journal, 24(7), 2273.
- Rezg, R., El-Fazaa, S., Gharbi, N., & Mornagui, B. (2014). Bisphenol A and human chronic diseases: current evidences, possible mechanisms, and future perspectives. Environment international, 64, 83-90.
- European Commission’s Directorate-General for Health and Food Safety (2023). Questions and answers concerning the risk management approach for bisphenol A and other bisphenols in food contact materials.